Las Phalaenopsis son originarias de un amplio sector de Asia Sur Oriental y parte del Norte de Australia.
Su nombre proviene del griego phalaina = polilla y opsis = apariencia, refiriéndose a la disposición que presentan las flores en la vara floral y al movimiento de éstas producido por el viento.
Su valor ornamental se centra en su elegante y fina presentación de sus flores, sus colores, su disposición en mostrarlas y por su larga vida florecida en maceta. Actualmente es la variedad, dentro de las orquídeas, más cultivada y comercializada a nivel mundial, ganándose una posición muy importante en los arreglos florales y diseños de interior, tanto para hogares, como para espacios públicos y empresariales.
LUZ: En zonas tropicales se recomienda colocar las plantas bajo una protección del 70 - 75% de sombra. Otra forma de medir la iluminación adecuada es que al pasar la mano por encima de las hojas de la planta, no se forme una sombra y que las hojas permanezcan frías al tacto. Se debe tener precaución con el exceso de sombra, ya que esto puede generar elongaciones innecesarias de las hojas, que posteriormente quedan descolgadas de la maceta.
VENTILACIÓN: Al igual que todas las orquídeas, la Phalaenopsis se adapta muy bien en sitios con buena ventilación, sin llegar a generar exceso de sequedad. NO se debe colocar en sitios cerrados. El exceso de ventilación puede causar las caídas de las hojas inferiores.
TEMPERATURA: Son variedades que se adaptan fácilmente en climas cálidos y templados, teniéndose cuidado para esta última zona las bajas temperaturas de la noche y de la madrugada que pueden desmejorar su crecimiento. Su rango de temperatura ideal es de 30 - 20°C de temperatura diurna y nocturna, respectivamente.
HUMEDAD:
Como no presentan grandes estructuras de almacenaje de agua en su cuerpo, es necesario mantener la humedad ambiental alta, siendo ideal un rango de 60 - 80%.
RIEGO: Las plantas de este género tienen en sus raíces la única estructura para almacenaje de agua, por esta razón se debe tener precaución de no dejarlos "desecar". La punta de las raíces pueden ser un buen indicativo de la necesidad de agua: si las puntas permanecen verdes, tiene una humedad adecuada; en caso de un déficit, las puntas permanecerán blancas y/o negras. Posterior al riego debe evitarse que queden gotas de agua sobre las hojas y la corona, ya que pueden causar pudriciones. Siempre debe regarse con agua limpia, fresca y abundante. En zonas costeras debe tenerse precaución para que el agua con que se riega NO contenga sales. Se recomienda regar en las horas de la mañana. Durante y después del riego se recomienda escurrir bien el excedente de agua que queda dentro del recipiente en donde se encuentra la planta (para el caso de materas de plástico, de barro, etc.). NO se recomienda sumergir la planta dentro de baldes o recipientes con agua. NO se recomienda colocar plato debajo de la matera, durante su exhibición y cultivo.
FERTILIZACIÓN: Se puede suministrar cualquier fertilizante comercial que sea totalmente soluble en agua, en una proporción de 1/1000, es decir, 1 centímetro cúbico de fertilizante líquido en 1 litro de agua limpia, o 1 gramo de fertilizante sólido en 1 litro de agua limpia. También es equivalente una cucharadita dulcera a ras de fertilizante, diluida en 1 galón de agua limpia. Se recomienda su aplicación semanal. Para un manejo más equilibrado y sencillo, se recomienda utilizar fertilizantes con formulaciones equilibradas en las proporciones de nitrógeno (N), fósforo (P) y Potasio (K); y que a su vez contengan microelementos. Se recomienda la aplicación de fertilizante para absorción radicular; los fertilizantes foliares (aplicación con aspersores) pueden servir como complemento de ella.
RESIEMBRA: La frecuencia de la resiembra depende del tipo de sustrato utilizado, el tamaño de la planta y el tamaño de la maceta en que se encuentra. Siendo factible, por lo general, dejar por 1 año en la misma maceta luego de que su adquisición y hacer el transplante después de finalizar la siguiente floración. Las resiembras posteriores se pueden realizar cada 2 o 3 años, dependiendo del estado en que se encuentren las raíces. Es necesario realizar la resiembra inmediata cuando las raíces se encuentran, en su gran mayoría, deterioradas, podridas, secas y/o sueltas del sustrato, (como indicador, cuando presentan síntomas de deshidratación en sus hojas). También, cuando el sustrato en que se encuentra, presente deterioro por vejez, desmoronándose en polvo o volviéndose tierra. En condiciones sanas, se requiere de una resiembra cuando no hay espacio disponible en el sustrato para seguir enraizando.
SUSTRATO: Para cultivar en macetas o canastos, generalmente, se utilizan corteza de pino, carbón vegetal, capacho de coco, piedra triturada, cáscara de coco, de manera individual o en mezclas de las anteriores. NO se recomienda el uso de tierra, arena y/o palos podridos. Es favorable cultivar con sustratos con partículas medianas y gruesas (diámetro aproximado 1,5 - 2,0), libres de polvo. El sustrato debe facilitar el drenaje y la ventilación en las raíces, al igual que debe poseer la característica de retener cierta humedad.
MANEJO: Para el caso de las Phalaenopsis el factor temperatura es determinante para inducir su floración. En nuestro medio, el "frío" que se genera en el ambiente durante las épocas de invierno, son suficientes para dar origen a la formación de la espiga floral. Como es obvio, la salud y vigorosidad de la planta determinará la calidad de las flores y su cantidad. No se puede omitir y desconocer todos los cuidados previos que se requieren para un buen desarrollo del "cuerpo" de la orquídea. Para disfrutar aún más las flores de las Phalaenopsis , una vez comiencen a marchitar las primeras flores, se recomienda cortar la vara floral, dejando 2 entrenudos de la misma en la planta. La vara que se corte puede colocarla en un florero para disfrutarla a parte. Posterior al corte se debe colocar la planta en un lugar fresco, con luz (ver indicaciones en la parte superior), y al cabo de 1 mes brotará del nudo una rama floral nueva. Si en dichas etapas se le refuerza con fertilizantes altos en nitrógeno (N) podría formarse un "keiki", o una planta nueva. En la región andina, generalmente, florecen 2 veces al año; y para la zona costera 1 sóla vez.
Para más explicaciones específicas consulte el libro "Manual de Cultivo de Orquídeas" de la Sociedad Colombiana de Orquideología , ISBN 958-33-2501-5.
+57 6-337-9029 +57 310-504-2871